martes, 13 de octubre de 2009
I love this game IV: El tamaño importa y mucho
El deporte siempre ha sido, para mucha gente que se encuentra en una situación de pobreza, una vía de escape de ese mundo marginal. La última de estas historias viene, como casi siempre, desde África. Y esta vez, de la mano del baloncesto. Un chaval de tan solo quince años, mide 2'24 metros y tiene una envergadura de 2'42. Sufre un problema de gigantismo, y por eso mismo me parece una hoja de doble filo. Una persona que sale de la pobreza, ¿pero llegando hasta poner en peligro su salud seguirá jugando? Creo que en estos momentos, son los médicos de los dos equipos españoles con los que está haciendo pruebas deberían estudiar muy bien a este jugador.
Triunfar como jugador de baloncesto o acabar su carrera a medias con problemas físicos que le imposibiliten aún más en el entorno en que se vería obligado a vivir. Veremos el desarrollo de la situación, de eso no cabe duda.
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