lunes, 29 de julio de 2013

Victoria

Coincidencias. Hay quien dice que tal cosa no existe; todo tiene su motivo.
- My name is Evey.
- How...? Say that again, please, ma'am.
- E-vey.
En muchas ocasiones me negaría a pensar que eso es así, y por lo general, carecemos del tiempo para encontrar todas las posibles conexiones. Qué más da, al fin y al cabo. ¿No? Quizá sea ese el problema. Por ello, para no incurrir en el error, algo raro ha pasado en mí. Me ha dado por dejar constancia de algo.

LOGOPEDA MARIANO RAJOY _________ 34.000 PTAS. 
Vale, no, pero bien podría ser. Esa es otra batalla que es vergonzoso tener que afrontar.


domingo, 30 de junio de 2013

As restless as we are, in the land of a thousand guilts

El concepto de fin es algo curioso. Definitivo; no siempre. Relativo; como norma general. Mira a Sócrates, ha venido con las pilas cargadas. Al fin y al cabo, el fin no deja de ser transitivo, pasa de un lugar a otro, de una situación a otra. En un momento puede aparecer y llegar. Estrella fugaz y disparo letal fundidos en un mismo momento de malentendido.

¿Y por qué? ¿Por qué hoy? Será por aquello de poner punto y seguido. Oh, qué bonito, digno de una canción de Fran Perea. Pues no. Sí, echaré de menos. Sí, quiero volver ya. Sí, suena muy bonito. Pero es más por la incertidumbre. Y mira tú que eso, en el fondo suele molar. Porque lo cambiante de tu vida es lo que la hace rica y divertida, peligrosa y aterradora. Porque el tener hoy dé más miedo que el perder mañana.

Un cuerpo atado a una cadena cuyos eslabones nacen de las trenzas de imágenes de las niñas que se reían de los chavales con pecas que no comían bocadillos de atún con mayonesa en el recreo. I used to dream of oceans and streams. Supongo que ahora ya no sueño más, y solo vienen esas imágenes sin sentido, productos artificiales. Mi mente no es traicionera. Ni la tuya tampoco. Pero cuando vuela, le gusta hacerlo bajo y con los ojos cerrados. 

Días sin inspiración como este... o en los que tampoco se necesita, por que se lleva dentro. Hay que joderse. Probablemente sea el más glorioso. Está bien. Hay frases que solo apetecen decir con el alma... Hey, lil' troublemaker. Tienen la extraña propiedad de atrapar toda la ñoñería y debilidad del mundo. Pero te hacen más hombre que ninguna. Aunque sea por una posibilidad, por un sueño, por un anhelo, por una imagen, por una niña que se reía de los chavales con pecas que habían empezado a tomar bocadillos de atún aparentemente sin motivo, porque estaban malos. Aunque sea por una metáfora, un cigarrillo y un camisón por encima de la rodilla.


jueves, 20 de junio de 2013

u________________________________________s

Me hace gracia. Gracia de esas de las mías; una media sonrisa con el café. De las que vienen con un mínimo toque de esencia. Agua de..., no. Eau, que el producto nacional no está al alza. ¿De qué, otra vez? Quizá de irse por las ramas.


(let ring) (and reign)

No, esencia de mí. Oh, por favor, vete un congreso de veganos. Exhalar como forma de expresión. El arte de reírse de uno mismo, de la situación y del quéhehechoyoparamereceresto. De desesperación, al fin y al cabo. Si es que me lo busco. Creo. Bueno, igual ahora no. Quién sabe, igual me acabo de volver gallego.

"Nah, ponme unas Google Glass para el chaval, a ver si así, con la cosa del luminoso, se empana." 

Dice Muse que your freedom comes naturally. Bendito libre albedrío. Oda al anhelo de Segismundo (me hace gracia también esto). Está genial eso de ponerse a estudiar fisiología. Las metáforas te salen como churros. Que si cómo interacciones con lo que te rodea (...la viscosidad) depende de la resistencia, y afecta a la presión. Por favor, que alguien llame a algún poeta frustrado con poca paciencia y una vocación de picador a la vieja usanza, hemos encontrado un filón!

Bueno, ya. Que si das tanto pie a tu follonero particular, no acabamos nunca (¿Casualidad?).

Murphy no estaba loco, era un tío realista. Y sí, eso lo pienso hoy, y mañana digo que pseudociencia pa' arriba y pa' abajo. Pero al final, el que duerme más pegado a uno no es otro que sí mismo. El que insinúa ideas geniales, chorradas inmensas y es némesis e ídolo a la vez, no deja de estar en nosotros mismos. Qué fácil podría ser rendir cuentas, con tan pocos a los que consultar.

Pero no nos vale. ¿Por qué? En mi caso me gusta pensar que solo puede ser porque me aburriría bien pronto de mí mismo. Ah, y porque culo veo, culo quiero. O peor, culo veo, culo no alcanzo. Madre mía, qué feo ha sonado eso. Obsceno, innecesario, basto, fácil, perro, amedrentada, caminar.

Es curioso, porque de 6.000.0000.000 personas, ninguna se ha revelado, con pruebas, como capaz de leer en el otro sin preguntar. Menos mal que algún homo gilipollensis por ahí perdido profirió un sonido una vez. Dándole al fast forward, llegamos a hoy.
Vemos un hombre, una mujer, otro hombre, otra mujer. Viscosos. Sin perrerías, ni andares, ni cobardes sueltos. Y cada cual busca algo. They all are dressed for success. Hablan, todos cuentan sus chistes. Son malos, muy malos. Hay una genialidad, pero queda empañada por la atmósfera. O no, alguno de los días, se abre un claro. Entonces hay un evento genial, singular, feliz. Aparece, entonces sí, una sonrisa. Una entera, que no exhala más que lo que es, un signo de un sentimiento puro. Y a nadie le hace gracia. But success it never comes.
La cuestión que me surge, o al menos, que debería, es... ¿hasta qué punto escribe cada uno su guión? Nazco, crezco, me reproduzco y muero. Pago la hipoteca un par de años después de morir, eso sí. Pero casualmente, esa no es mi vida. Mi vida eres tú que lo lees, tú que querrías que yo leyera lo tuyo y aquella de allí que me gustaría que lo leyera. Y en el medio, las sonrisas que vienen inesperadamente y las que se quedan a medias.



P.D.: Cada día te superas... ¿qué va a ser lo siguiente? ¿Un lienzo pintado con tus lágrimas y carboncillo? Mejor no te doy ideas, que igual te montas algún otro proyecto... 

sábado, 25 de mayo de 2013

Dm. Am. Em. F.

Hoy, echo de menos el mar. Será su sonido, será su color, será su inmensidad, será puerta de libertad y será que todos somos un poco como él. I'm a mountain, I'm the sea, en palabras de escocés. ¿Y esta conclusión? Será que viene y va.

¿Y si fuese la tierra la que se acercase permanentemente al mar? Nadie lo ha desmentido públicamente. Entonces, ¿qué sería el mar el día que la tierra dejase de querer acercarse a él? Tras tanto tiempo de visitas efímeras, pero que dejan su pequeña marca, difícil sería que se quedase de olas cruzadas. Ese día, el mar se quedaría enteramente como un plato, a falta de ojos. Le quedarían los barcos que lo surcan sin su permiso. Sería compañía agradecida, sin duda. 

Pero la pregunta de si sería suficiente bañaría todo su ser, si eso tiene algo de sentido. Decía Jung que la mente no se rige por lo que está bien o lo que está mal, sino por lo que le parece que tiene sentido y lo que no. Casualmente, una corriente logró la sinapsis entre dos medusas del mar, de forma más inconsciente que queriendo. El resultado fue devastador, se acercó a la tierra, de forma inmediata, inminente, desmedida. Tanto era lo que había sido arrebatado, que la lucha por el recuerdo impidió medir la magnitud de la respuesta. La tierra sufrió, y levantó barreras. Mitología for dummies (y recalco lo de dummies). 


El mar se prometió, o eso creyó él, que no se dejaría llevar, que solo sería más pasional cuando la luna le condenase con esa atracción irracional que ejercía con su cara tuerta. A pesar de todo, al poco se vio volviendo cada día a la orilla, de forma obstinada y alegre. Con la esperanza de que un día la tierra hiciese un movimiento una vez más, que tirase una línea de ladrillos de la muralla.

Quizás casualmente, de nuevo, inesperadamente, la tierra se adelantó a la llegada habitual del mar. Qué bonito. El resto de la historia es inútil contarla. Basta con decir que un tío listo dijo -venga, va, otro cameo, tírate más el rollo- otra vez, que loco es aquel que hace lo mismo esperando lograr un resultado distinto. Desde entonces el mar...

lunes, 1 de abril de 2013

blogger.com/home

Me da que pensar, afortunadamente. Es un palabra redonda. Llena, bonita y sedosa. Hogar. Home. Llar. Representa mucho. Y hoy por hoy, dudo de dónde está el mío. Al crecer siempre está ahí, fijo y delimitado, siempre y cuando seas un aburrido chico de clase media en otra ciudad más de algún país que se crea desarrollado. En cierto modo, envidio a esa gente. Living libido loca. Ah, no. Esa hoy no. Algo así era. Como reza la típica canción que estoy harto de escuchar, pero que una y otra vez me niego a poder identificar con palabras, un día en Tokio y otro en París (y ahora el que reza soy yo, esperando que no sea de la Factoría Disney, o peor, de Ke$ha). 

¿Seguro? Vale que no sea el momento más idóneo para ponerte a escribir. Falta lucidez, necesitas mayor motivación y el sueño ataca por ambos flancos. Pero... Johnny, I hardly knew ya. Y aquí mi Johnny me tenía bien visto. Sorprendentemente, esta vez ha sido diferente. Mismo paisaje, as breath-taking as always, mismo ronroneo a la salida, mismo sol escondido, mismas canastas con las mismas personas, mismos planes improvisados, misma silla de biblioteca, mismas historias turbias y, por supuesto, misma casa. Y sin embargo, distinto hogar.

Ha molado. Esta vez sí. Ahora soy más de los míos si cabe. No han cambiado, no lo necesitan. En ocasiones, no me gusta; aunque siempre hay un par de sitios donde no se puede uno equivocar. Pero ahora, me costará arrancar esas raíces. Pisaré mi futuro más inmediato, sin mirar, como siempre; y con un poco de tierrina en las suelas. 

miércoles, 6 de marzo de 2013

Bendita inspiración de madrugada

Insomnio, o quizás miedo a dormir. Miedo a dormir por levantarse mañana y ver que las cosas poco han cambiado. Sí, estás en otro lugar. En efecto, no ves a la misma gente. Sin duda, vives algo distinto, y mejor. No lo niego, he cambiado. Y sin embargo, el ciclo vuelve a tornarse en torbellino.

Me gusta mi nuevo tono de despertador. Aún no lo conozco, sólo se que me despierta. Soy incapaz de reproducirlo, no puedo odiarlo. Es sencillo. Me gusta. A veces no necesito más. Pecamos por exceso. Pero nos sentimos inseguros en el defecto. 

Cuida el pequeño detalle, demuestra que se puede salir de la media y llama la atención. Nunca te pierdas en la codicia. Deja que el otro explore. No te sobreexpongas. Solo te hará infeliz.

Ahora se aparece un abismo ante mí. Oh, por favor, deja de usar el tonito melancólico y marica. Un salto insignificante. De los que haces cada día, pero con mucha profundidad. Esta vez es distinto. Y me pregunto por qué. En cierto modo, la caída hoy sería menor. No, no existe ningún colchón. Es la superficie; está más baja. Te gustaría que la cima fuese más alta para vanagloriarte de tu valor por haber cruzado esa distancia con tanto por perder. Frío filo de metal. Pero sabes que hace tiempo que tu escalada está acotada.

Guay, ¿no? Una pendiente de hielo puro, y tú sin crampones. ¡Éxito! Buscas, porque sigues siendo un competidor. La derrota no mola, demasiado mainstream. Orgullo dicen algunos, pero porque queda bien como palabra de peso. Por una vez, abogaré por un comodín especialmente descriptivo; naturaleza

Ahí empezará a pensar esa masa gris traidora que te gobierna, te engaña y te mima. Le caes bien. Es bonito pensar que tienes control sobre ella, que no ha sido modelada para que lo pienses y no sea más que una mínima variante del tío al que haces un esfuerzo por aguantar. Vas a ser igual que tu padre. Al menos, si te dejas llevar. Como de nuevo eres instintivo, pensarás en un modo de superar el hielo.


Eureka, dirás. Solución obtenida. ¿Cada maestrillo tiene su librillo? No creo, más bien cada cual acaba por sacarse las castañas del fuego, como puede. No tenemos la suerte de contar con algo o alguien con quien rendir cuentas at the end of the day. Con mayor o menor probabilidad de éxito, irás subiendo, haciendo que la distribución de frecuencias de tu futuro adelgace. Nadie empezará a dar un duro, ni tu querido amasijo de axones y neurotransmisores. En bwin se frotarán las manos con el pringao que apueste por ti.


La vida seguirá, y tu serás como Drew DuFresne. Creando tu camino en una vida que no quieres que te pertenezca, para volver cada día a la montaña, al túnel, religiosamente. Algunos días te levantarás y dirás que no quieres. Otros tu cuerpo no te lo pedirá. Pero no podrás evitarlo. Eres así, lo dicen tus santos genes. So fuck yourself and fuck this bleeding heart of mine. Incansablemente, avanzarás centímetro a centímetro. Algún día irás por lo seguro, por aquella vía que te recomendó algún otro intrépido y loco ilusionado que creyó llegar más lejos que tú. Otros, desafiarás al viento, al crack del hielo y a los huevos de corbata. Te sentirás hasta grande, fíjate tú.


Un día llegará. De nuevo, el día. Qué sorpresa... van a empezar a pedirme pagos por abuso de los derechos de autor vencidos del pobre día. Estarás a un palmo de lo más alto. A dos dedos. A medio centímetro, a una micra y a un picómetro. El momento de la verdad, que moment of truth ya suena muy repelente. Entonces se verá. ¿Lo has alcanzado? Sabrás si has abrazado el máximo, o si te has sujetado a duras penas al supremo. No promises.

Qué gracia. Tanta mierda, tanto esfuerzo, para verlo delante de tus ojos, a una distancia infinitamente pequeña, pero infinita, y para más INRI, circunstancial. Bravo. 
Está bien esa cara de cuando se dan cuenta.
Pero entre tanta acidez, quiero dejar un resquicio para un par de fotones. Eso sí, monoenergéticos, que estamos en crisis. Un rayo de luz, pequeñito; pero con gran fuerza, tratándose del peazo furaco sobre el que nos sostenemos. Esa oscuridad tan absoluta, tan abismal, tan inabarcable,  tan solitaria y tan aterradora. La esperanza, la parte que merece la pena de la naturaleza. Ah, y por aquello de ser coherente y no llevar el aburrido yugo de la obstinación, chapeau

Eso ha sido noble, tío. Respect.
Empédocles, tras oír la historia. (490 a.C. - 430 a.C.)

¿Moraleja? Are you serious? Nobody is listening... Y si lo hay, sé de sus capacidades. Un buen escritor y crítico no ridiculiza -o sí, dependiendo de la labia que tenga-, sino que muestra lo que hay. Ha de exigir un buen lector, que sea activo y sepa sacar sus propias conclusiones y las que realmente pone el autor. Aunque por esa regla de tres, no sé qué coño hago diciéndolo. Either way, cada uno sabe qué pinta tiene su escalada, cómo camina su cima,  por qué lado no le gusta que le adelante el hielo o quién es el falso desconocido que se refleja en la nieve derretida.

P.D.: ¡Tas hecho un poeta!
P.D.2: Eres un humorista de pacotilla, de humor friki y con delirios de grandeza, de tirarse el rollo y de creerse más listo que nadie. Te vas a dar una buena. Me gusta.


Ah, y después de caer, igual toca volver a levantarse, toma cliché. Pero he de coincidir con el hombre de la tercera fila, también me gusta.