Some things, so much clearer...Want you, in my rearviewmirror.La ducha es de lo mejor que hay en este mundo; ah, y el lavarse los dientes. No es desprecio ni repulsa ante el sucio. Qué va. Enguarrarse y que no importe es indescriptible, pero pocas veces se puede dar con tan suma libertad.
Sin embargo, tus cadenas se sueltan cada día. El estrés se evapora junto al resto de cosas que no te han gustado ese día. Aprecias el sentirte puro. Algún día, quizá indefenso. Pero tú, al fin y al cabo. Repasas las horas desde que el agua te acarició por última vez y planeas las siguiente y valoras lo que tienes y vuelve aquel mal recuerdo del que aprendiste más de lo que hubieses querido y celebras la paz que te da verla, o verle y a la vez eres él o ella y te das cuenta de que se ve la luna, o una puesta de sol preciosa y quieres tener una cámara que haga fotos debajo del agua y lo querrías pedir a los Reyes Magos y aparece de nuevo esa maldita conciencia y responsabilidad que te recuerda tu deber y que ya estás tardando en cerrar la llave del grifo.
Frío y silencio. Toalla.
El arte de desbanalizar el día medio.
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