I love this game XVI: Why
Hoy me gustaría explicar con ejemplos por qué me encanta el baloncesto. Frente a otros deportes que necesitan muchos minutos para cambiar, como puede ser el tenis; u otros en los que el cambio, a demás de tardar, es mínimo, como en el fútbol; el baloncesto se aleja. En un minuto, todo cambia. En 5 segundos, también. Se necesita ser inteligente, decidir rápido. Only witty people are good at basketball. Y no es como otros deportes, que un error se puede perdonar, sino que como en pocos deportes en equipo, una mala decisión te condena. La pérdida no es grande, pero al final todo cuenta. Si no, que se lo digan a cualquiera que entienda y haya visto la final de la ACB este año:Tercer partido. El FC Barcelona nunca había estado tan en la cuerda floja este año. El Caja Laboral había demostrado su humanidad. A pesar de haber conquistado Europa, no eran infalibles. Los nervios estaban presentes en ambos equipos. En unos, miedo a la derrota. En los otros, a ganar, a hacer historia. Todo el partido arriba y abajo. Finalmente, el Barça llega 5 abajo al último minuto. Triple con falta de Navarro. A pesar de lo increíble de la jugada, no consigue culminarlo con el tiro libre. Tiempo muerto. apenas 30 segundos. El Baskonia la pierde. Rubio la sube, intenta penetrar, se lo impiden. Saca el balon al medio de la zona, donde aparece corriendo Terence Morris a machacar el aro. Empate. 15 segundos para alcanzar la gloria. Ataque planeado realmente bien para el tapado de la temporada, que demostró su altísimo nivel solo en unos pocos partidos, al menos la final fue uno de ellos: Eliyahu. La bola por el aire poco antes de que el tablero se iluminase. El héroe azulgrana de la última acción, Morris, tapona. El balón está ligeramente en caída, por lo que muchos lo tacharían de tapón ilegal. A pesar de las protestas del público, los árbitros parecen no querer concederle la victoria tan facilmente a los de Ivanovic.Prórroga. Empezar de cero, para acabar en 5 minutos. Puede que valgan un
a Liga. Durante el período se palpa la ligerísima diferencia existente entre ambos escuadrones. Luchan a vida o muerte. Se invierten los papeles. Quedan 40 segundos y parece que el triple que acaba de enchufar Ricky y aleja a los vitorianos 5 puntos del título será su lápida en este tercer partido. Tras otro intercambio de golpes en ambas canastas, dos tiros libres fallados por Basile a 5.7 segundos del final dan esperanzas al Caja Laboral. Pierden de 2. Fernando San Emeterio, alero baskonista, coge el rebote, y ante una relativa pasividad rival, más ocupada en Splitter y Marcelinho Huertas, dejan que penetre. Debajo del aro recibe falta de (cómo no, al final está en todas para lo bueno y lo malo) del número 23 del Barça, Morris. Tras hacerse de rogar, el balón se cuela entre la red. Toda la afición estalla de júbilo. Pero todavía queda lo más difícil. Aguantar la presión y meter el tiro libre. Con 0.5 segundos restantes no se podrá remediar una cosa o la otra, pero un tercer asalto sería demasiado arriesgado. En ese momento, supongo que se te pasarán pensamientos del tipo de "No puedo fallar, este mi momento de hacer historia. Esto lo he hecho cientos de veces"...pero, lo que es peor, otros muchos más fuertes que te dicen "Vas a fallar". Por eso, para mi tiene tanto mérito. El ángel ganó al diablo dentro de la cabeza de San Emeterio, y la alegría sucedió a la incertidumbre en todo el pabellón. Enhorabuena.
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