Mal sabor de boca. Pensar que estando en lo más alto, todo se puede acabar para ti, definitivamente. El jugador de los West Virginia Mountaineers Da'Sean Butler entraba a canasta a falta de 8:59 para que acabara el partido. Estaban en la Final Four de la NCAA, la fase final de la liga universitaria americana. Jugaban contra todo un clásico de esa cita, la universidad de Duke, conocida por sus éxitos. Llevaba 4 años en ella. Ya era el tercer mejor jugador de su historia. Seguro que no pensaba nada de eso cuando su rodilla impactó con un pívot de Duke. En ese momento se le olvidó que iban perdiendo de 15 puntos, que era el líder indiscutible de su equipo, que todas las previsiones le situaban en el Top 10 del Draft de este año, que estaba promediando unos excelentes 17,1 puntos por partido y 5,9 rebotes. Las imágenes hacen que las palabras sobren:
Tanto sus compañeros como el público estaban impactados. Pero por mucho que intentase hacer por él el fisioterapeuta, a pesar de todo el tiempo que corearon su nombre en todo el estadio, todos sabían que ahí podía acabarse una triunfal trayectoria sin haber siquiera empezado. Y quizá no pueda volver a jugar nunca más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario