En este lapso de tiempo desde el que escribí mi último "More than a Feeling", que trataba sobre Bad Religion, ha habido una serie de nuevos lanzamientos musicales mu ya tener el cuenta. Por una parte, el genial "Hurley" de Weezer, cuyas perlas son: Hang On, Where's My Sex?, Smart Girls, Memories y, muy a tener en cuenta, Ruling Me. También, lo nuevo de Kings of Leon, Radioactive. Si te sientes místico, The xx te sorprenderá con Crystalised, el nuevo single de "xx". Y si eres aficionado a la música country mezclada con pop, estás de enhorabuena: Taylor Swift acaba de sacar al mercado (el día 25, concretamente) Mine. Pero lo que más me ocupa y llama la atención, es, de nuevo, Bad Religion.
Dicen que los viejos rockeros nunca mueren. Pero me da a mí que a estos no los va a poder parar ni Cerbero. Tras dos décadas de éxito, y lejos de parecer cansados, Bad Religion saca nuevo disco. Se llama The Dissent of Man, y es fiel a su estilo. ¿Para qué cambiar una fórmula que ha tenido éxito siempre? Por raro que parezca, los años no sirven más que para perfeccionar su estilo. Se superan. Digno de mención, y de ser repetido, sin duda.
Me cuesta quedarme con una que ilustre el álbum, así que pondré todas las que veo que destacan:
Ad Hominem:
Won't Somebody:
Finite:
Where the fun is:
Only Rain:
The Devil In Stitches:
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