La arbitrariedad del futuro es palpable por cualquiera. Se sabe bien que nadie puede predecir lo que va a pasar un tiempo después sin pruebas. El meteorólogo puede que haga una previción del tiempo que hará, pero nunca estará seguro 100%. Lo mismo sucede en la NBA. La noche del Draft, en la que los equipos seleccionan a los jugadores que quieren entrar a formar parte de la Liga, las franquicias llevan sus futuras elecciones más que estudiadas y saben qué deben hacer en caso de que otros equipos escojan a los jugadores que tenian como preferidos. Durante ese verano, los equipos dedican parte de su presupuesto en organizar campos, ligas de verano y ponen a trabajar a sus mejores ojeadores para ese día.
Hasta ahí, no hay nada raro. Uno de los problemas es no acertar tras tanto trabajo. Por poner un ejemplo, el año del draft de Michael Jordan, Portlando escogió a Sam Bowie en primer lugar en vez de a el mencionado Air. Pues algo parecido ha sucedido esta temporada.
La segunda elección, Hasheem Thabeet, efectuada por los Memphis Grizzlies, era un pívot tanzano de 2,22m de altura. Prometía sin duda. Pero ha sido un auténtico fiasco, y la franquicia de la cuidad de Elvis lo ha enviado a la Liga de desarrollo tras unos pobres 2,5 puntos, 2,9 reobtes en 10,3 minutos. La elección más alta jamás "relegada" a la D-League.
Bad luck, guys!
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